Cómo la India podría convertirse en una potencia industrial mundial

Cincuenta y seis empresas trasladaron sus instalaciones de producción fuera de China entre abril de 2018 y agosto de 2019. Sin embargo, solo tres de estas empresas se trasladaron a la India y dos establecieron instalaciones de producción en Indonesia. Según un informe de Nomura, una organización financiera japonesa, la mayoría se trasladó a Vietnam y una gran parte a Taiwán y Tailandia.

Una de las principales razones por las que estas empresas se han trasladado es la actual disputa comercial entre China y Estados Unidos. Los aranceles están haciendo que las exportaciones de China sean inasequibles para muchos importadores estadounidenses.

Es cierto que muchas empresas llevan tiempo planteándose abandonar China. Los costos de mantenimiento de las instalaciones de producción en el país han aumentado en los últimos dos años. Con la adición de aranceles estadounidenses a los productos fabricados en China, muchas empresas no han tenido más remedio que reubicarse para sobrevivir.

Sin embargo, la reubicación no es una tarea sencilla. Las empresas deben encontrar la infraestructura ideal, pagar los costos de mudanza e instalación y, por lo general, deben restablecer los empleados y las conexiones comerciales. Esto puede incluir programas de capacitación para la nueva fuerza laboral, encontrar métodos nuevos y rentables para enviar o transportar productos y aprender sobre nuevos incentivos y regímenes fiscales para las empresas en el país de elección.

India ofrece actualmente la demografía necesaria para convertirse en una potencia industrial global, similar a China. China puede producir una quinta parte de los bienes del mundo, pero la población de la India es comparativamente joven y se espera que supere a la de China para 2030. Las Naciones Unidas predicen que la edad media de la India es de 30 años, mientras que la de China es de 40.

Es más: los costos de empleo de la India son la mitad de los de China. Aunque los costos del PIB de la India son altos en comparación con otras economías globales importantes, los economistas generalmente coinciden en que el país está teniendo un desempeño inferior a su potencial de mercado. Lo mismo puede decirse de Indonesia, que tiene una edad media aún más baja (21 años). Tanto India como Indonesia son considerados “gigantes dormidos” en términos de inversión extranjera directa (IED) en la producción de cada país.

La IED es un indicador fiable de la confianza de los inversores en un país. También es ideal para que una economía en desarrollo genere mejor empleos, absorba el exceso de oferta laboral y afronte los desafíos financieros. Desafortunadamente, India atrae sólo alrededor del 0,6% del PIB en IED en manufactura. Indonesia está ligeramente mejor, con un uno por ciento.

Para atraer una mayor IED, India e Indonesia necesitan aumentar el comercio. Esto significa que los países también necesitan gastar más en desarrollo de infraestructura, reformar la legislación laboral y agraria y ofrecer incentivos fiscales a los inversores extranjeros. La buena noticia es que ambos países son conscientes de ello y están avanzando con la regulación correcta.

¿Aprovechar la guerra comercial entre Estados Unidos y China?

En el estancamiento comercial entre Estados Unidos y China, el aumento de los aranceles parece inevitable y se espera que la producción china se vea afectada a largo plazo. El resultado es que las principales empresas internacionales que invierten en China están explorando otras opciones.

Algunos expertos han señalado a la India como un país que, a su vez, podría beneficiarse de la expansión de las exportaciones a Estados Unidos. La IED del país también puede aumentar. Actualmente, las exportaciones de mercancías de China son casi equivalentes al PIB de la India. Un ligero cambio –digamos incluso un desplazamiento del 10% de las materias primas chinas a las exportaciones indias– podría afectar en gran medida a las exportaciones indias. Sin embargo, para aprovechar esta situación, India necesita un enfoque estratégico y competitivo.

Esto se debe a que la India es sólo uno de los muchos países que las organizaciones internacionales están considerando para futuras inversiones. Indonesia, Tailandia, Malasia, México y Vietnam también ofrecen acceso a grandes mercados potenciales.

La ambición de la India de duplicar sus exportaciones y generar más empleos depende en gran medida de su capacidad para convertirse en una parte exitosa de la cadena de valor global (CGV), que incluye capacidades de transporte y envío. En comparación, las exportaciones de China a Estados Unidos en 2018 (560 mil millones de dólares) fueron casi el doble de las exportaciones totales de la India.

Al ser el séptimo mercado mundial y el vigésimo exportador de bienes, no es ningún secreto que la India carece de cadenas de valor mundiales. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), las empresas multinacionales representan el 80% de las CGV. Para establecer mejor centros de exportación y una cadena de valor sólida, India necesita un fuerte apoyo operativo, infraestructura y políticas favorables para los inversores extranjeros.

Un paso en la dirección correcta es el programa Make In India del país, una iniciativa gubernamental para crear empleos y mejorar las habilidades en 25 sectores de su economía. Será interesante saber qué medidas adicionales, si es que las hay, tomará la India para convertirse en una potencia industrial mundial.

Volver al blog

Deja un comentario

Los comentarios deben ser aprobados antes de su publicación.