Los avances en el acuerdo siderúrgico UE-EE.UU. han sido lentos
Los fabricantes de acero europeos están pidiendo a la UE que reanude las negociaciones con los Estados Unidos sobre el Acuerdo Mundial sobre el Acero y el Aluminio Sostenibles (GSA), informa Euractiv.
Las partes se han comprometido a trabajar en el acuerdo en 2021. Washington propuso por primera vez crear un llamado club del acero verde en diciembre de 2022 para superar la disputa sobre los aranceles de importación de la Sección 232 durante la administración Trump. El progreso ha sido lento y ahora los productores de acero europeos están pidiendo esfuerzos más intensos.
Según Axel Eggert, director general de la Asociación Europea del Acero (EUROFER), deberían reanudarse las negociaciones basándose en lo que ya se ha discutido y posiblemente concluido. En un comentario a la publicación, señaló que la situación de exceso de capacidad mundial se está deteriorando.
La capacidad de producción de acero supera con creces la demanda. El Comité del Acero de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) advierte que es probable que el problema del exceso de capacidad se agudice aún más en el futuro.
Mientras tanto, Europa y Estados Unidos buscan lanzar una transformación verde de la industria del acero. El proceso requiere grandes inversiones y no puede justificarse económicamente a menos que se garanticen las ventas de estos productos a precios más elevados.
El Green Steel Club puede garantizar esta condición, en particular, poniendo obstáculos al acero chino. Sin embargo, los analistas creen que los detalles del acuerdo siderúrgico y el progreso de las negociaciones están sujetos a cambios. Además, los resultados de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos pueden afectar la situación.
Sin embargo, el mayor desafío puede radicar en los diferentes enfoques de las partes respecto de la transformación industrial.
Estados Unidos quiere proponer un arancel basado en la intensidad de carbono del acero importado de otros países, pero hasta ahora ha dejado intacta la producción nacional. Es difícil decir si se puede establecer un precio interno del carbono.
Mientras tanto, la Unión Europea ha fijado un precio para las emisiones de CO 2 de la producción europea de acero y ha comenzado a implementar un mecanismo de ajuste de carbono transfronterizo (CBAM).
Cuando se trata de fijar el precio del carbono, al otro lado del Atlántico existe preocupación de que si Estados Unidos puede lograr que varios países se unan a un club del acero verde que utiliza el modelo europeo CBAM, esto podría aumentar la influencia de Bruselas.
Sin embargo, es probable que la parte estadounidense reduzca las emisiones siguiendo su propia política, dice Mike Williams, investigador principal del Centro para el Progreso Americano (CAP). Según él, otra propuesta en desarrollo es la eliminación o reducción significativa de los aranceles a la importación de acero y aluminio vendidos dentro del hipotético club.
Como informó anteriormente el Centro GMK, a finales de diciembre, Estados Unidos extendió la suspensión de los aranceles de la Sección 232 para la UE por dos años. También se dijo que las partes continuarían discutiendo acuerdos globales sobre acero y aluminio.