La máquina herramienta no es realmente complicada.
China ya domina la tecnología para máquinas herramienta de tamaño bajo y mediano.
El desafío de las máquinas de alta gama no es la dificultad de la tecnología, sino más bien su falta de rentabilidad.
Esta situación es similar a la situación con la bola de metal en un bolígrafo en el pasado.
El mercado de máquinas herramienta de alta gama es limitado y el ciclo de desarrollo puede ser muy largo.
Si se trata de empezar desde cero en lugar de actualizar el modelo, la investigación y el desarrollo de una máquina herramienta de gama media a alta pueden costar fácilmente varios cientos de millones de RMB.
El ciclo de I+D dura varios años y los beneficios son relativamente limitados.
Debido a la baja demanda y la fragmentación del mercado, el período de recuperación puede ser de más de diez años. El retorno de la inversión en máquinas herramienta de alta gama es aún peor. Para la mayor parte de la producción industrial en masa, la generación de máquinas de alta gama no es realmente necesaria.
Esta máquina es una paneladora totalmente automática del fabricante italiano Savanini, vendida por un millón de euros. ¿Eso es bueno? Si es muy bueno. Los trabajadores del doblado quedarán impresionados y los ingenieros de chapa quedarán encantados.
Sin embargo, ¿es necesario para la producción en masa? No es casi necesario.
De hecho, la producción en masa actual prefiere máquinas semiautomáticas y equipos manuales/semiautomáticos altamente personalizados debido al alto grado de control sobre los procesos, secuencias y ubicaciones de implementación, así como a su menor costo.
Una línea de producción bien establecida compuesta por máquinas semiautomáticas puede alcanzar una productividad mayor que estas máquinas totalmente automáticas de última generación a un coste comparable.
Incluso si se requiere una automatización total, la tendencia actual es tener líneas de producción totalmente automatizadas que consten de robots industriales junto con máquinas/equipos semiautomáticos personalizados controlados por programas.
Estas máquinas de alta gama se utilizan generalmente para producir pequeñas cantidades de productos, como productos personalizados, prototipos, pruebas de procesos, etc. No sólo son costosos de comprar, sino también de usar y mantener, y requieren educación específica por parte de los operadores. Por tanto, sus ámbitos de aplicación serán muy limitados, al menos en las próximas dos décadas.
En este caso, invertir mucho en I+D de máquinas herramienta de última generación no es necesariamente un comportamiento muy rentable.
El hecho de que China no destaque en máquinas herramienta de alta calidad se debe principalmente al tamaño y los rendimientos limitados del mercado.
Todavía hay muchas personas que creen que las máquinas herramienta de última generación son algún tipo de tecnología avanzada que China no puede superar.
Algunos incluso utilizan la compra de máquinas herramienta japonesas por parte de la Unión Soviética como prueba de la incapacidad de China para fabricarlas.
Sin embargo, la Unión Soviética desapareció hace casi 30 años.
Esta mentalidad prevalece en muchas industrias tradicionales y es un eufemismo que la China actual afirme que no puede desarrollar una tecnología que fue desarrollada por extranjeros hace 30 o 40 años, incluso después de invertir suficiente dinero.
No es que China no pueda fabricar una paneladora como la de Savagnini, sino que no está dispuesta a hacerlo.