Las rótulas radiales incorporan dos elementos estructurales distintos:
- Anillo interior con superficie exterior esférica y convexa.
- Anillo exterior con superficie interior esférica y cóncava.
Las curvaturas complementarias los hacen particularmente adecuados para disposiciones de rodamientos donde se deben tener en cuenta los movimientos de alineación entre el eje y la carcasa, así como donde se producen movimientos de inclinación o rotación oscilatorios o recurrentes a velocidades de deslizamiento lentas.
Los rodamientos están disponibles en dos variantes principales: rótulas que requieren mantenimiento (acero sobre acero) y rótulas que no requieren mantenimiento. El primero requiere una lubricación regular y es adecuado para cargas pesadas que se mueven en direcciones alternas; y este último tiene baja fricción y se utiliza para aplicaciones donde se requiere una larga vida útil de los rodamientos o donde las condiciones de operación hacen que los rodamientos de acero sobre acero no sean prácticos.
El mantenimiento de ambos difiere y refleja su composición. Para las rótulas de tipo mantenimiento, algunos diseños de rodamientos pueden equiparse con sellos para repeler la contaminación, mientras que muchos anillos exteriores partidos pueden equiparse con anillos de retención. También se pueden incorporar espaciadores y anillos interiores extendidos.
Para los cojinetes lisos que no requieren mantenimiento, los aros exteriores de acero al carbono pueden estar prensados alrededor del aro interior o pueden tener ranuras radiales unidas mediante tornillos. Algunos modelos pueden estar equipados con sellos que evitan la entrada de contaminantes. Algunos también pueden estar equipados con anillos de retención.
Una nota importante para ambos se refiere al rango de temperatura de funcionamiento. Las rótulas radiales de tejido de acero sobre acero, acero sobre PTFE y acero sobre PTFE se pueden utilizar a temperaturas entre -50 °C y +150 °C, mientras que las rótulas con obturación se pueden utilizar a temperaturas entre -50 °C y +150 °C. temperaturas de –30° C a +130° C. Temperaturas más altas reducen su capacidad de carga