Muchos edificios se extienden uno o varios pisos bajo el nivel del suelo. Esta área proporciona un espacio funcional que puede usarse para oficinas, unidades de almacenamiento, cuartos mecánicos, cuartos eléctricos, estacionamiento, etc. El principal desafío de las áreas subterráneas es crear un cerramiento eficaz para evitar problemas como filtraciones de agua a los sótanos, mala calidad del aire interior y alta humedad.
Estos problemas son muy perjudiciales para las operaciones de construcción, pero pueden evitarse con un análisis y diseño cuidadosos. Desafortunadamente, rara vez se solicita un análisis completo del sistema por debajo del nivel del suelo y, como resultado, son comunes los gabinetes con bajo rendimiento.
Asegúrese de que el diseño de su edificio incluya aislamiento e impermeabilización adecuados.
Diseño de un sistema de gabinetes debajo del nivel del suelo
Hay dos aspectos importantes que se deben considerar al diseñar sistemas subterráneos: la durabilidad de los materiales de construcción y la durabilidad del proyecto en sí. A diferencia de otros elementos de construcción que se pueden renovar muchas veces, un sistema subterráneo no se puede modificar fácilmente y debe diseñarse para toda la vida útil de un edificio:
- Los sistemas por debajo del nivel del suelo son de difícil acceso y esto aumenta el costo de reparaciones y modificaciones. La reparación de sistemas subterráneos puede resultar especialmente costosa.
- Al considerar los materiales y el diseño de un sistema subterráneo, concéntrese en el costo del ciclo de vida en lugar del costo inicial.
Algunas áreas bajo el nivel del suelo se utilizan como bóvedas, túneles u otro tipo de extensiones, y la impermeabilización es crucial para estas características. En particular, una impermeabilización superior es muy importante cuando se trata de túneles. El aislamiento térmico y el drenaje también son factores importantes en el proyecto.
El deterioro de los sistemas subterráneos puede ocurrir por razones tales como alta humedad, efectos térmicos, clima, tráfico intenso, exposición a productos químicos, sobrecarga y selección inadecuada de materiales. El rápido deterioro también puede ser consecuencia de malas decisiones de diseño y mala construcción.
Conceptos básicos de sistemas bajo nivel.
Los tres elementos principales que componen un cerramiento subterráneo son los muros de cimentación, losas a nivel y las plataformas de plaza. En conjunto, estos elementos deben cumplir cuatro funciones principales:
- Soporte estructural: el sistema subterráneo se considera parte de la estructura del edificio. Su función incluye soportar y transferir cargas impuestas por el entorno y el propio edificio.
- Control ambiental: El sistema subterráneo debe controlar cualquier carga resultante de la separación de los ambientes interior y exterior.
- Acabado: Las superficies del recinto son las interfaces con los ambientes internos y externos. Estas superficies deben cumplir varios requisitos de calidad, incluida la resistencia al desgaste.
- Distribución: El gabinete debajo del nivel del suelo debe interactuar con los sistemas del edificio, como distribución de energía eléctrica, comunicaciones, agua, gas, HVAC y seguridad.
Principios de impermeabilización
Un atributo clave de un sistema subterráneo eficaz es la capacidad de controlar la humedad. Michael T. Kubal, experto en impermeabilización de la construcción, afirma que: “Hasta el 90% de todos los problemas de intrusión de agua ocurren dentro del 1% del área total o superficie exterior del edificio”. Esto significa que la atención al detalle es fundamental al diseñar recintos bajo rasante, especialmente en las penetraciones de las paredes y las conexiones con elementos adyacentes.
Algunos elementos de construcción que a menudo son vulnerables a las fugas de agua incluyen los orificios para amarres, las penetraciones en el techo, los marcos de puertas y ventanas y las intersecciones entre paredes y pisos. En general, cualquier interfaz entre elementos de construcción que esté expuesta al ambiente exterior es un lugar potencialmente problemático para fugas de agua.
Otra declaración importante de Kubal es que "aproximadamente el 99 por ciento de las fugas de impermeabilización son atribuibles a causas distintas a fallas de materiales o sistemas". Lógicamente se trata de un error humano, y los fallos son una consecuencia típica de un diseño o construcción inadecuados. Los siguientes son algunos errores de instalación comunes que pueden provocar problemas de impermeabilización:
- Instalación incorrecta de los componentes del sistema del edificio.
- Especificar componentes inapropiados para una aplicación determinada.
- Falta de planificación.
- No utilizar una imprimación adecuada.
- Puntos de contacto entre materiales incompatibles.
- Tiempo de curado insuficiente del hormigón.
Debido a que la mayoría de las fugas ocurren en un área muy pequeña y las fallas de los materiales son raras, el proceso de diseño y construcción es fundamental para lograr una impermeabilización eficaz. Sin embargo, esto también presenta una oportunidad: el diseño y la instalación profesionales pueden minimizar los problemas de fugas de agua durante la vida útil de un edificio. Se requiere atención especial al construir interfaces de componentes en lugares expuestos al agua.