La calidad del aire interior tiende a recibir menos atención que otros aspectos del rendimiento del edificio, como la eficiencia energética y la temperatura interior. Sin embargo, la salud y el confort humanos se ven muy afectados por las sustancias que se encuentran en el aire. Pasamos más del 90% de nuestro tiempo en interiores, según la EPA de EE. UU., y el aire interior está, en promedio, de 2 a 5 veces más contaminado que el aire exterior.
Para mejorar la calidad del aire interior, es necesario mantener bajo control la concentración de contaminantes del aire. Hay tres formas de hacerlo y los mejores resultados se obtienen cuando se combinan:
- Minimizar las fuentes de contaminación del aire dentro de un edificio.
- Proporciona un suministro constante de aire fresco del exterior mientras elimina el aire interior que ha acumulado contaminantes.
- Eliminación directa de contaminantes del aire. Esto se puede conseguir con filtros y purificadores de aire, entre otros métodos.
Lograr un diseño de ventilación que mejore la calidad del aire.
¿Cuáles son las principales fuentes de contaminantes del aire?
El humo del tabaco y los gases de escape de los automóviles son dos ejemplos de fuentes de contaminación del aire bien conocidas por el público en general. Sin embargo, otras fuentes de contaminación son menos obvias. Por ejemplo, la mayoría de los ambientadores y productos de limpieza contienen sustancias nocivas llamadas compuestos orgánicos volátiles o COV. Dado que el aroma de estos productos se considera agradable, normalmente no se asocian con la contaminación del aire.
Los materiales de construcción también son una fuente de COV, especialmente en edificios nuevos. Cuando el interior de un edificio o de un vehículo “huele a nuevo”, la causa es una alta concentración de COV en el aire.
Los sistemas de certificación de edificios, como LEED y WELL, otorgan puntos por mejorar la calidad del aire interior y utilizar materiales de construcción con bajo contenido de COV. LEED pone un fuerte énfasis en la eficiencia energética, mientras que WELL se centra principalmente en proporcionar condiciones saludables a los ocupantes. Sin embargo, ambos sistemas de clasificación dan gran importancia a la calidad del aire.
Los desarrolladores pueden mejorar la calidad del aire interior en sus proyectos especificando materiales de construcción con bajo contenido de COV. Para complementar esto, el diseño de ventilación puede incluir sensores de calidad del aire. Cuando se detecta una mayor concentración de contaminantes en el aire, el sistema de ventilación aumenta el flujo de aire para mantenerlos bajo control.
Cómo se evalúa la calidad del aire en los sistemas de calificación de edificios ecológicos
La certificación LEED exige un nivel mínimo de calidad del aire y mantener el ambiente interior libre de humo de tabaco. Además de estos requisitos mínimos, hay 8 puntos disponibles para lo siguiente:
- Mejor calidad del aire interior (2)
- Materiales de bajas emisiones (3)
- Plan de Gestión de Calidad de la Construcción (1)
- Evaluación de calidad del aire interior (2)
La certificación WELL tiene los mismos requisitos básicos que LEED, más dos más: eficacia de la ventilación y gestión de la contaminación en la construcción. En este caso, hay hasta 18 puntos disponibles:
- Mejor calidad del aire (4)
- Ventilación mejorada (3)
- Ventanas operables (2)
- Monitoreo y concientización sobre la calidad del aire (2)
- Gestión de la infiltración de la contaminación (1)
- Minimización de la combustión (1)
- Separación de fuentes (1)
- Filtración de aire (1)
- Control activo de COV (1)
- Control de microbios y hongos (2)
Cuando los contaminantes del aire se eliminan en su origen, se requiere menos trabajo de los sistemas de ventilación y purificación del aire. Considere que estos sistemas consumen energía y tienen un costo operativo. La estrategia más eficaz es primero minimizar las fuentes de contaminación del aire y luego utilizar otros métodos para mejorar la calidad del aire. Los materiales de construcción bajos en emisiones logran una reducción permanente de la contaminación del aire interior.
Se recomiendan las plantas de interior ya que absorben muchas sustancias nocivas como parte de su metabolismo. Sin embargo, conviene evitar las plantas con flores en espacios cerrados, ya que su polen provoca irritaciones y alergias en personas sensibles.
Calidad del aire interior en construcciones nuevas
Como los materiales y muebles de los edificios nuevos son de reciente instalación, todavía tienen un alto contenido químico procedente del proceso de fabricación. Como consecuencia, las emisiones de gases son mayores en los edificios nuevos. Los sistemas de ventilación controlados por demanda generalmente están diseñados para responder a la ocupación, pero no directamente a los niveles de contaminación del aire.
Un sistema de ventilación con sensores de contaminación del aire puede lograr un mejor rendimiento que un sistema que solo monitorea la ocupación. Cuando los contaminantes del aire se miden directamente, el sistema responde a eventos que no dependen del número de personas en un edificio. A continuación se muestran algunos ejemplos:
- Los edificios nuevos necesitan ventilación adicional para eliminar las mayores emisiones de nuevos materiales y muebles.
- Los productos de limpieza liberan COV y es posible que se requiera ventilación adicional cuando se usan recientemente.
- Algunas actividades requieren más ventilación que otras. Por ejemplo, 100 personas haciendo ejercicio requieren más ventilación que 100 personas sentadas en una conferencia.
Los materiales de construcción bajos en emisiones y un diseño de ventilación inteligente pueden lograr una mejora permanente en la calidad del aire interior. Si el desarrollador busca una certificación como LEED o WELL, la calidad del aire interior también puede ayudar a ganar puntos.