La ingeniería HVAC se asocia principalmente con la calefacción de espacios en invierno y el aire acondicionado en verano. Sin embargo, con decisiones de diseño inteligentes, los sistemas HVAC también se pueden utilizar para mejorar la calidad del aire interior. Las prácticas de diseño modernas priorizan la eficiencia energética, lo cual es excelente desde una perspectiva económica, pero no se debe descuidar la salud y el confort humanos.
Mantener una temperatura interior adecuada es importante, pero los edificios necesitan un suministro constante de aire fresco que no sea ni demasiado seco ni demasiado húmedo. Los contaminantes del aire también deben ser monitoreados y mantenidos bajo control, o pueden causar problemas de salud.
Recomendaciones de ingeniería HVAC para la calidad del aire interior
Una recomendación sencilla para mejorar la calidad del aire es contar con equipos HVAC con la capacidad adecuada, ya que esto permite un control óptimo de la temperatura y la humedad. Como ejemplo, consideremos las consecuencias negativas de un sistema de aire acondicionado sobredimensionado:
- Los acondicionadores de aire de gran tamaño enfrían el aire interior demasiado rápido y no hay tiempo suficiente para eliminar la humedad.
- Como resultado, el resultado es un ambiente frío y húmedo que parece un frigorífico.
- Si el aire acondicionado también tiene un ventilador de gran tamaño, la alta velocidad del aire provoca un efecto de enfriamiento.
Por otro lado, un aire acondicionado con la capacidad adecuada elimina la humedad de forma más eficaz, sin provocar corrientes de aire. Una empresa de ingeniería de HVAC calificada puede especificar equipos de calefacción, ventilación y refrigeración con la capacidad correcta para las necesidades de su edificio.
El control de la humedad también es muy importante para la salud de los ocupantes, siendo la recomendación mantener la humedad relativa entre el 30% y el 60%. Fuera de este rango, existen muchas consecuencias negativas:
- La sequedad excesiva hace que el polvo y los virus permanezcan en el aire por más tiempo y puedan propagarse más fácilmente. La sequedad también puede causar irritación en los ojos, la piel y el sistema respiratorio.
- La humedad excesiva crea un ambiente propicio para el moho y los ácaros del polvo, que provocan irritación y reacciones alérgicas.
El propio edificio también puede verse afectado cuando no se controla la humedad, ya que muchos materiales de construcción se dañan por la sequedad o la humedad excesiva. Con el tiempo, su propiedad puede necesitar reparaciones costosas.
Mejorar la calidad del aire interior.
Uso de la ingeniería HVAC para controlar los contaminantes del aire
Los ambientes interiores tienen muchas fuentes de contaminantes del aire y algunas de ellas son muy peligrosas para los humanos. Por ejemplo, los muebles nuevos liberan compuestos orgánicos volátiles y los aparatos de combustión liberan una sustancia mortal llamada monóxido de carbono. Mantener estas sustancias bajo control es muy importante para prevenir sus efectos negativos en la salud humana.
Los sistemas HVAC deben diseñarse para proporcionar una ventilación adecuada, evitando la acumulación de contaminantes del aire en los espacios interiores.
- La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha determinado que el aire interior está, en promedio, de 2 a 5 veces más contaminado que el aire exterior.
- Por tanto, reponer el aire interior a intervalos regulares es una forma sencilla de reducir la concentración de contaminantes.
- Una ventilación adecuada se puede complementar con filtros y purificadores de aire para mejorar aún más la calidad del aire interior.
La ingeniería HVAC va más allá de calentar y enfriar espacios interiores en función del clima. Para proporcionar condiciones interiores que promuevan la salud y el confort humanos, la calidad del aire interior también es importante. Los espacios interiores deben tener una temperatura adecuada, pero también aire limpio y humedad moderada.