Tradicionalmente, la electricidad se generaba en centrales eléctricas centralizadas y se entregaba a los consumidores a través de líneas eléctricas y transformadores. Sin embargo, las fuentes de energía renovables han cambiado las reglas del juego y los consumidores de electricidad ahora pueden convertirse en pequeños generadores. Los paneles solares, en particular, se pueden utilizar en edificios de todos los tamaños, desde viviendas individuales hasta parques industriales.
La generación distribuida, el almacenamiento de energía y los vehículos eléctricos pueden hacer que las comunidades sean más resilientes durante los desastres naturales y otras emergencias. Reducen la dependencia de las cadenas de suministro de combustibles fósiles y de las redes eléctricas, que pueden verse interrumpidas durante las emergencias.
- Una pandemia como la del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) perturba amenazando la fuerza laboral de las industrias de combustibles fósiles y energía eléctrica.
- Por otro lado, los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes y las tormentas invernales, pueden alterar el suministro de combustible y energía, dañando directamente la infraestructura.
Diseñe un suministro de energía confiable para su edificio.
La cadena de suministro de energía tradicional incluye plataformas petroleras, refinerías, centrales eléctricas, líneas de transmisión y distribución, subestaciones, transformadores, etc. Este es un sistema complejo y hay muchos puntos donde pueden ocurrir perturbaciones. Con los sistemas distribuidos de energía renovable, la mayor parte de la cadena de suministro se concentra en el punto de uso. El equipo aún debe fabricarse y entregarse a hogares y empresas. Sin embargo, una vez instalado, sólo requiere mantenimiento y ninguna intervención externa.
Cómo la generación de energía distribuida mejora la resiliencia
Generar electricidad en el punto de uso aporta varias ventajas. El proceso es más eficiente ya que la electricidad se pierde en líneas eléctricas y transformadores. El suministro de energía también se vuelve más resiliente, ya que la capacidad de generación no se concentra en las centrales eléctricas. La falla de una línea de transmisión crítica puede dejar fuera de servicio una planta, pero los sistemas de generación individuales en hogares y empresas pueden seguir funcionando.
Actualmente, un desafío importante es desarrollar almacenamiento de energía de bajo costo para manejar la producción variable de paneles solares y turbinas eólicas. Estas dos tecnologías representan la mayor parte de la capacidad de generación renovable agregada a la red. En condiciones normales, ahora pueden competir con los combustibles fósiles en precio, pero no como fuentes gestionables para proporcionar energía según la demanda.
También se desarrollan proyectos de energía solar y eólica a escala de servicios públicos. Aunque no dependen del suministro de combustibles fósiles para producir electricidad, todavía dependen de la red para llegar a hogares y empresas. Los sistemas de generación distribuida van un paso más allá, evitando la red eléctrica y produciendo electricidad en el punto de uso.
Ventajas de los vehículos eléctricos durante una emergencia
Los automóviles de gasolina y diésel son parte del status quo en la sociedad moderna, pero su fuente de energía depende de complejas cadenas de suministro. El petróleo crudo debe extraerse, refinarse para obtener combustibles utilizables en automóviles con motor de combustión y luego entregarse a las gasolineras. Además, considere que los propietarios de vehículos deben visitar las estaciones de servicio para llenar sus tanques.
Las emergencias globales pueden interrumpir el suministro de productos de combustibles fósiles y dejar vehículos varados. En el caso de pandemias como la del coronavirus, los gobiernos restringen el movimiento de la población y tener que repostar en gasolineras supone un riesgo de contagio. Sin embargo, esto no supone un problema para los vehículos eléctricos, ya que se pueden cargar en casa. Si una propiedad está equipada con paneles solares, la electricidad que carga los vehículos eléctricos también se puede producir localmente.
Los vehículos de gasolina y diésel estacionados en residencias tienen poco uso durante la cuarentena. Sin embargo, los vehículos eléctricos estacionados pueden cumplir dos funciones útiles, incluso si no se utilizan para el transporte:
- Debido a que tienen baterías de alta capacidad, los vehículos eléctricos pueden actuar como fuente de energía de respaldo para los hogares durante un apagón.
- Con la tecnología adecuada, se puede utilizar una gran cantidad de vehículos eléctricos estacionados como sistema coordinado de almacenamiento de energía. Esto puede ayudar a gestionar la demanda en la red eléctrica, haciendo que el suministro eléctrico sea más confiable.
Según una investigación de la Universidad de Harvard, los casos de coronavirus tienden a ser más graves en regiones altamente contaminadas con partículas finas (PM2,5). La generación renovable y los vehículos eléctricos reducen la combustión de combustibles fósiles y, a largo plazo, pueden ayudar a reducir la contaminación del aire en las zonas urbanas. Esto mejora la salud respiratoria de las poblaciones, haciéndolas menos vulnerables a futuras enfermedades similares a la COVID-19.