De acordo com o Banco Mundial, o mundo registou um declínio significativo da pobreza extrema desde a década de 1990. Em 1990, cerca de 1,9 mil milhões dos 5,3 mil milhões de habitantes do mundo viviam com 1,90 dólares por dia o menos. En 2015, esa cifra aumentó a alrededor de 736 millones de los 7.400 millones de habitantes del mundo.
Gran parte de esto ha sido una ola global de migración urbana en el mundo en desarrollo, que refleja patrones similares experimentados por los países occidentales en el siglo XIX, cuando recién se industrializaron. Para muchas personas que viven en el campo, las ciudades tienden a ofrecer mayores ingresos, movilidad ascendente y un camino claro hacia la prosperidad. Sin embargo, esta migración urbana a menudo ha desbordado las infraestructuras urbanas existentes, las instalaciones sociocívicas y los sistemas políticos más allá de sus puntos de ruptura.
Éstos son algunos de los desafíos más serios que enfrentan las áreas urbanas en el mundo en desarrollo:
1) Asignación de recursos básicos
Las autoridades de las economías en desarrollo están constantemente bajo presión para hacer más con mucho menos de lo que está disponible en los países económicamente prósperos. La mayoría de los países en desarrollo también siguen enfrentando una combinación de tasas de natalidad muy altas y migración urbana, lo que hace que las principales ciudades de estos países estén densamente pobladas. La combinación de densidades de población urbana extremadamente altas y financiamiento limitado tiende a causar graves brechas en el suministro de recursos básicos como el agua y la electricidad.
Las antiguas naciones en desarrollo que han alcanzado el estatus de ingresos medios, como Tailandia, Vietnam y Filipinas, han logrado enormes mejoras en la infraestructura eléctrica, de comunicaciones y de agua. El desarrollo de oportunidades económicas en las zonas rurales también ha servido para frenar la migración urbana en muchos países, aliviando la carga de las ciudades que luchan por proporcionar servicios básicos. Aún así, la provisión de recursos básicos seguirá siendo un desafío para estas economías recientemente prósperas en los próximos años.
2) Amenazas ambientales
La protección del medio ambiente rara vez es una prioridad en países donde las familias luchan por alcanzar incluso los niveles de vida más básicos. Los servicios adecuados de tratamiento y eliminación de residuos son raros, lo que da como resultado una degradación ambiental significativa en las ciudades. Si hay que eliminar residuos sólidos, la solución habitual es la quema al aire libre no regulada, lo que provoca una importante contaminación del aire.
Además, los bosques alrededor de las ciudades suelen estar sobreexplotados para obtener materiales de construcción y combustibles baratos, lo que provoca daños adicionales al suelo y a los sistemas naturales de agua alrededor de las ciudades del mundo en desarrollo. El uso de leña también contribuye significativamente a la contaminación del aire en las zonas habitadas y sus alrededores.
3) Desarrollo equitativo de la infraestructura pública
Las ciudades de los países en desarrollo a menudo tienen problemas para proporcionar infraestructura pública equitativa. En la mayoría de los casos, las familias de bajos ingresos viven en barrios marginales o en las afueras de las ciudades, mientras que sus trabajos se encuentran en el centro de la ciudad.
Esto significa que los viajes largos y difíciles son una característica común de las ciudades de los países en desarrollo. El tiempo adicional de viaje y el estrés invariablemente tienen un impacto negativo en el bienestar y las oportunidades económicas de la gente corriente.
En la mayoría de los países en desarrollo, todo esto se reduce a varias razones, entre ellas la falta de fondos, la mala gestión crónica y la ausencia de políticas coherentes para el desarrollo urbano. En muchos casos, los países en desarrollo están gobernados por élites ricas que se centran en desarrollar infraestructura que beneficie sólo a su clase, lo que resulta en una falta de infraestructura pública adecuada para la mayoría.
4) Buen Gobierno
Aunque la corrupción también es común en algunos países ricos, las naciones en desarrollo son especialmente vulnerables a sus efectos. Los proyectos de infraestructura urbana a menudo se ven afectados por la corrupción en detrimento de quienes dependen de ellos para obtener ingresos. La corrupción también resulta en la creación de proyectos de infraestructura que no aportan beneficios directos a los residentes urbanos, desperdiciando recursos financieros limitados.
5) Salud y Seguridad
En los países desarrollados, los habitantes de las ciudades tienden a vivir más que sus homólogos rurales. Sin embargo, esta tendencia se invierte en gran medida en los países en desarrollo. Debido a la falta de fondos para la protección del medio ambiente y al desarrollo desigual de las ciudades, los habitantes urbanos de los países en desarrollo tienden a sufrir más estrés, beber agua contaminada y respirar aire más sucio.
Curiosamente, un estudio de la Universidad de Texas indica que reducir la dependencia del automóvil y controlar la expansión urbana puede ayudar a compensar la mayoría de estos efectos negativos. Para las ciudades de los países en desarrollo, invertir más en transporte público y planificación urbana puede generar una población más saludable, una menor presión sobre la atención sanitaria pública y una economía local más sólida a largo plazo.
6) favelas
En países con mala gobernanza y altos niveles de desigualdad económica, el aumento de los barrios marginales es una consecuencia inevitable de la falta de opciones de vivienda urbana decente para personas y familias de bajos ingresos. Aunque los barrios marginales se ven incluso en las economías más ricas, son un problema especialmente notable en los países en desarrollo.
Algunos teóricos de la planificación urbana señalan que existen ventajas en las zonas marginales, como la proximidad a mejores oportunidades económicas y la alta disponibilidad de ciertos servicios básicos. Sin embargo, las viviendas de baja calidad que normalmente se encuentran en estos barrios marginales generalmente se consideran inseguras para los residentes y un factor que contribuye al crimen y otros males sociales.
Las naciones en desarrollo deben centrarse en el desarrollo urbano
La mayoría de los países en desarrollo enfrentan desafíos apremiantes para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos. Como resultado, la planificación urbana consciente rara vez es una prioridad, ya que los beneficios generalmente se sienten a largo plazo. En cualquier caso, cada país es diferente y cada uno tiene problemas únicos que superar.
Sin embargo, inversiones relativamente modestas en áreas como infraestructura hídrica, transporte público y planificación urbana siguen siendo vitales dondequiera que existan espacios urbanos. Es posible que inversiones modestas en estas áreas no lo resuelvan todo, pero pueden hacer que los espacios urbanos de los países en desarrollo sean más saludables, más prósperos y estén mejor posicionados para contribuir al crecimiento económico futuro.