La industria de la construcción no sólo construye estructuras; construye el mundo que habitamos. Pero detrás de los imponentes rascacielos y las extensas autopistas se esconden desafíos de salud que exigen nuestra atención.
Aunque hemos avanzado en materia de normas de seguridad, algunos peligros ocultos aún amenazan el bienestar de los trabajadores de la construcción. Profundicemos en cuatro de estas preocupaciones, con especial atención en los riesgos menos conocidos de los sistemas de extinción de incendios AFFF.
1. Sistemas de extinción de incendios AFFF
Los AFFF, o sistemas de extinción de incendios de espuma formadora de película acuosa, son los héroes del día en que los líquidos inflamables se incendian.
Sofocan los incendios creando una barrera de espuma, privando a las llamas de oxígeno. Pero hay un giro en la historia. Estos sistemas, si bien salvan vidas en emergencias, contienen sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), sustancias químicas que son tan persistentes como problemáticas.
Los PFAS, conocidos por su resistencia al agua y la grasa, están en todas partes, desde productos industriales hasta productos de uso diario. Sin embargo, su resiliencia significa que no se degradan fácilmente, lo que lleva a su acumulación en el medio ambiente y, lo que es más preocupante, en nuestros cuerpos.
Para los trabajadores de la construcción que se encuentran frecuentemente cerca de los sistemas AFFF, esto significa una posible exposición a través del contacto con la piel, la inhalación o incluso la ingestión. Desde entonces, esta amenaza se ha convertido en una de las principales reclamaciones masivas por responsabilidad de productos, dada la enorme escala de demandas AFFF contra fabricantes en los últimos años.
¿Las implicaciones para la salud? Están preocupados:
- Preocupaciones por el cáncer: las PFAS se han relacionado con un mayor riesgo de cánceres como el de riñón, testículo y vejiga.
- Problemas de inmunidad: pueden debilitar el sistema inmunológico, haciendo que las personas sean más propensas a infecciones y enfermedades autoinmunes.
- Obstáculos hormonales: las PFAS pueden causar estragos en nuestras hormonas y provocar problemas reproductivos, problemas de tiroides y retrasos en el desarrollo.
- Daño a los órganos: con el tiempo, estas sustancias químicas pueden dañar la función hepática y renal, lo que genera muchas complejidades a largo plazo que aún no se comprenden completamente.
2. Polvo de sílice
El polvo de sílice, un subproducto de las actividades de construcción, es un agresor silencioso. Cuando se inhala, puede causar silicosis, una enfermedad pulmonar que puede no mostrar síntomas hasta años después, lo que la convierte en una amenaza increíblemente insidiosa.
Esto ha sido ignorado durante mucho tiempo por la industria, dejando a los trabajadores solos con la peor parte de esta enfermedad mortal. Afortunadamente, existen algunas soluciones disponibles, empezando por técnicas de corte húmedo, materiales de construcción alternativos, ventilación por extracción, equipos de protección y exámenes médicos periódicos, entre otras cosas.
3. Ruido
La cacofonía de las obras de construcción no sólo es irritante; Es dañino. La exposición prolongada puede provocar pérdida auditiva inducida por ruido (NIHL).
No se trata sólo de tus oídos, ya que el ruido constante también puede causar estrés y otras complicaciones de salud, que van desde presión arterial alta e hipertensión hasta depresión, ansiedad y enfermedades cardíacas.
¿La medicina? Máquinas más silenciosas, barreras acústicas y protección auditiva esencial para los trabajadores de primera línea.
4. La tensión de la repetición
Las tareas repetitivas y el levantamiento de objetos pesados son normales en la construcción, pero tienen un precio: lesiones musculoesqueléticas (MSI).
Las LME abarcan una serie de afecciones que pueden provocar dolor crónico, afectando gravemente la calidad de vida del trabajador y potencialmente provocando una discapacidad a largo plazo. Las consecuencias de estas perturbaciones pueden ser profundas, tanto para el individuo como para la industria en general.
La solución pasa por crear espacios de trabajo ergonómicos y adaptados para reducir el esfuerzo físico. Además, la introducción de herramientas mecanizadas puede aliviar algunas de las cargas manuales.
Embalaje
La industria de la construcción es un pilar del progreso, pero es esencial enfrentar las sombras que acechan detrás de escena.
Desde los peligros potenciales de los sistemas AFFF hasta los desafíos del ruido y el esfuerzo físico, es crucial priorizar la salud de los trabajadores. Después de todo, la verdadera base de la industria de la construcción no es el hormigón ni el acero: son las personas que lo hacen posible.